Todo lo que debes saber sobre el cambio automático de un coche
El cambio con convertidor de par funciona mediante un sistema compuesto por varios elementos, entre los que destaca el convertidor de par que se encarga de conectar la transmisión con el motor.
El convertidor de par está formado por tres elementos dentro de un recipiente hermético: una bomba con forma de disco unida al motor, unas acanaladuras en forma de aspa para dirigir el aceite, unidas a una turbina que, a su vez, está unida al cambio de marchas, y un reactor acoplado al cambio que redirige el aceite hacia la bomba.
Cuando el coche está detenido, la bomba y la turbina giran de manera independientes y, cuando el coche avanza, la corriente de aceite se va haciendo cada vez más intensa, hasta que la bomba y la turbina giran juntas. Esto es lo que se conoce como fase de transmisión de par.
Todo lo que debes saber sobre el cambio automático de un coche
Este es el cambio conocido como CVT y que está presente en muchos coches híbridos, como los de Toyota, o en modelos de Subaru. Este tipo de cambio automático se caracteriza por un funcionamiento muy peculiar, con infinitas relaciones que producen lo que se conoce como efecto ‘scooter’.
Al pisar el acelerador a fondo, el motor se revoluciona mucho, pero la ganancia de velocidad no se corresponde con el régimen de giro. Este problema se ha paliado en los últimos años mediante la electrónica, introduciendo un gestor que simula las relaciones de un cambio convencional.
Un cambio CVT está formado por dos poleas de forma cónica con diámetros diferentes, conectadas por una correa. Una de las poleas está conectada a la salida del cigüeñal y la otra envía el movimiento a las transmisiones.
En función del funcionamiento del coche y la demanda del conductor, la gestión electrónica del cambio variará también el diámetro de las poleas. Cuando una aumenta su diámetro, la otra lo disminuye, así se evitan cambios de tensión en la correa y se varían las relaciones de transmisiones.
Todo lo que debes saber sobre el cambio automático de un coche
Este es, básicamente, un cambio manual con un embrague electrónico gestionado mediante una centralita. A través de la electrónica, la centralita recibe numerosos parámetros, como posición del acelerador, velocidad o revoluciones. Con esa información, la centralita determina si el embrague debe estar acoplado o no.
Para sustituir el embrague y la palanca del cambio, se vale de unos elevadores electrónicos o hidráulicos y, mediante un calculador electrónico, determina cuál es el mejor momento para cambiar la marcha.
Todo lo que debes saber sobre el cambio automático de un coche
En este caso, estamos ante otra caja manual robotizada, aunque con matices. Las cajas manuales y las robotizadas tienen un embrague y dos de engranajes y las de doble embrague tienen, como su nombre indica, dos embragues y dos parejas de ejes de engranajes, dos primarios y dos secundarios.
Una de las parejas de engranajes se encarga de las marchas pares y la otra pareja de las impares, de la misma manera, hay un embrague para las relaciones pares y otro para las impares. Esto hace que los cambios sean mucho más rápidos.
Cuando la electrónica detecta que está a punto de pasar de la segunda a la tercera marcha, por ejemplo, antes de que el embrague de las marchas pares se desacople, la pareja de engranajes de las impares ya está engranada, sin acoplar el embrague (pero sí preparado).
En el momento en el que el embrague de las pares se libera, el de las impares ya está acoplado y se produce el cambio rápidamente.
Hoy en día, las cajas automáticas tienen una serie de ventajas, como ofrecer un mejor funcionamiento del coche y una reducción de los consumos.
A esto hay que añadir una mayor comodidad, sobre todo, en situaciones de tráfico intenso en las grandes ciudades, una conducción más segura, ya que el conductor solo tiene que estar pendiente del tráfico y de acelerar o frenar, y la seguridad mecánica que aporta al motor la suavidad en los engranajes.
Aunque no todo es positivo y el cambio automático también tiene algunos inconvenientes. El más importante es su precio: los coches automáticos suelen ser más caros que los equivalentes con cambio manual.
Además, el mantenimiento también suele ser más exhaustivo y costoso, ya que tienen un mayor número de componente
Realizamos un exhaustivo estudio en tu vehículo para recomendarte la mejor solución. Años de experiencia nos permite ser precisos y efectivos al momento de evaluar los fallos presentes en tu cambio automático y al mismo tiempo prever los que se puedan originar como consecuencia de un mal funcionamiento, brindando así las mejores opciones.
Al igual que una buena reparación, el diagnóstico es clave, por eso en Tecnocar contamos con la última tecnología en máquinas de diagnosis de todas las marcas.
El mantenimiento del cambio automático consiste en la sustitución del cambio de aceite ATF. Cada cambio automático requiere de un tipo de aceite ATF homologado y recomendado que marca el fabricante del cambio automático, y que tiene que cumplir con las especificaciones del cambio automático. También se sustituyen filtros, cárter y otros componentes que puede requerir cada modelo de cambio automático.
Es importante realizar el mantenimiento del cambio automático regularmente para evitar desgastes prematuros que pueden provocar averías, con ello, alargamos la vida útil del cambio automático. Se aconseja realizar el mantenimiento del cambio automático por un profesional cada 40.000 – 50.000 kilómetros aproximadamente dependiendo del modelo del cambio automático o si no se llegan a esos kilómetros cada 2 años para que no se pierdan las propiedades de aceite ATF y filtros.